miércoles, octubre 18, 2006

Un nuevo Real Madrid

(Foto: JESÚS AGUILERA, CARLOS MARTÍNEZ, REUTERS, AP o AFP)

El Real Madrid que goleó anoche por 4-1 al Steaua de Bucarest fue un equipo nuevo. No se sabe si fue por el efecto de la bronca que les debió echar Capello después del lamentable espectáculo de Getafe (efecto que, esperamos, dure al menos hasta el domingo) o si es que el equipo se contagió de la alegría de Robinho, que demostró que debe ser titular siempre.
Robinho le dio anoche al Real Madrid algo que esta temporada apenas conocía, salvo quizás en los partidos que jugó Reyes: desborde y alegría. Cada vez que tocaba el balón crecía la sensación de que podía inventarse algo, de que podía haber peligro, de que las bandas por fin valían para algo. Dio un recital de pases y regates, culminado con un golazo que significó el 3-0 e inclinó definitivamente el partido hacia el Real Madrid, justo cuando los rumanos empezaban a despertarse.
El Madrid jugó una primera parte notable, con velocidad, con presión a la salida del Steaua y precisión en el pase, y en el minuto 33 ya ganaba por 2-0, merced a un gran cabezazo de Sergio Ramos a la salida de un córner y a un remate de Raúl a un rechace del portero (que está por confirmar que fuera socio del Madrid) tras una buena jugada iniciada por Emerson, que a punto estuvo de meter él el gol, en lo que habría sido la apoteosis.
La primera media hora del segundo tiempo fue de vuelta a lo de siempre: a la fragilidad en defensa y a los despistes, y gracias a una concatenación de ellos nació el 3-1 para el Steaua, unos minutos después del golazo de Robinho.
La confusión duró casualmente hasta el cambio de Guti por Beckham en el minuto 70, que fue cuando el Madrid volvió a controlar el partido y tan sólo cinco minutos después lo sentenció con un auténtico golazo de Van Nistelrooy, de vaselina al portero que, recordemos, era un amigo.
En definitiva, un nuevo Real Madrid, que deberá confirmar la mejoría el domingo contra el Barcelona, en un partido que se prevé crucial para definir las aspiraciones reales de este equipo. Y esperemos que para entonces Capello se haya convencido de que Robinho debe ser titular sí o sí.

1 comentario:

Drako dijo...

No vi el partido,pero parece ser que el Madrid lavó su imagen.Creo que la inclusion de Helguera le da estabilidad a la defensa,mas que por Helguera en si,por que Sergio Ramos se desplaza al lateral.Creo que en el once ideal del Madrid,aparte de ese apartado defensivo,Reyes-Robinho tienen que ser los indiscutibles para las bandas,y recuperar asi la profundidad para el juego del Madrid,y el equilibrio al tener dos bandas ocupadas por hombres que corren la banda:carrileros/interiores,como quieran llamarlos